Tomemos ejemplo, la desobediencia civil no violenta no debe quedarse solo en las huelgas, las manifestaciones espontaneas o las acampadas, deben diversificarse aún más hasta convertir el movimiento popular en una marea incontrolable e inesperada. En varios sitios de España ya han aparecido movimientos de resistencia frente a los desalojos, o debiera decir los robos de los bancos e inmobiliarias a gente que lo único que defiende es su derecho a una vivienda digna.
Se trata de movimientos de personas que practican bloqueos físicos de la entrada tanto de enviados del banco como de la policía o de las autoridades que hagan falta para que no puedan hacer efectivo estos robos.
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